Pues eso es lo primero que viene a la mente cuando vemos a esta seta. Se la conoce como hongo diente sangrante, por su aspecto.
Se encuentra en los bosques montañosos de conÃferas (prefiere especialmente los abetos rojos) de América del Norte, Europa, Corea e Irán.
Pueden crecer hasta 20 cm y sudan ese jugo rojo que les da su apariencia caracterÃstica y que contiene un pigmento con propiedades anticoagulantes similares a la heparina (sustancia natural de la sangre que interfiere con el proceso de la coagulación sanguÃnea) y cientÃficos han descubierto propiedades antibióticas para combatir el Streptococcus. No está claro que sean venenosas, pero no son comestibles ya que tiene un sabor muy amargo.
Se encuentran en simbiosis con las raÃces de los abetos rojos, relación en la que ambos obtienen beneficio del otro, en este caso, el abeto recibe de la seta principalmente nutrientes minerales y agua,y la seta obtiene del abeto hidratos de carbono y vitaminas que ella por sà misma es incapaz de sintetizar mientras que el lo puede hacer gracias a la fotosÃntesis y otras reacciones internas.
Se encuentran en simbiosis con las raÃces de los abetos rojos, relación en la que ambos obtienen beneficio del otro, en este caso, el abeto recibe de la seta principalmente nutrientes minerales y agua,y la seta obtiene del abeto hidratos de carbono y vitaminas que ella por sà misma es incapaz de sintetizar mientras que el lo puede hacer gracias a la fotosÃntesis y otras reacciones internas.
Fuente: nosabesnada.com
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