Mas del 90% de las quemaduras provocadas por el sol se producen en los primeros 20 años de vida, y, según una nueva investigación publicada en la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention(CEBP) con cinco o más quemaduras solares severas a esta edad, es suficiente para aumentar el riesgo de melanoma en un 80% en los años posteriores.
El estudio, financiado por los Institutos Nacionales de Salud y el Hospital Brigham and Womens de Boston (EEUU), analizó los datos de 108.916 mujeres blancas, ya que el melanoma es 20 veces más común en personas de raza blanca que entre los afroamericanos. Los datos habían tenido un seguimiento de 20 años, en los que aparecían un cuestionario, antecedentes familiares de cáncer de piel, entre otros datos interesantes. Los participantes del estudio se realizaron pruebas cutáneas cada dos años durante los veinte que duró el seguimiento total.
El examen de los datos reveló que las personas que habían sufrido quemaduras solares graves entre los 15 y los 20 años de edad tenían un mayor riesgo de sufrir cualquier tipo de cáncer de piel. Concretamente, un 80% para el melanoma y un 68% para el carcinoma de células basales y escamosas.
“Nuestros resultados sugieren que las exposiciones al sol, tanto en la vida temprana como en la edad adulta fueron predictivas de los cánceres de piel, mientras que el riesgo de melanoma se asocia principalmente con la exposición al sol en los primeros años de vida en una cohorte de personas jóvenes”, afirma Abrar A. Qureshi, coautor del estudio.
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