En Bebés y más ya os hemos explicado en alguna ocasión cuándo empiezan los niños a necesitar el agua. A modo de resumen, hasta los seis meses no necesitan nada más que leche y darles agua puede ser incluso peligroso porque ahí donde entra agua, no cabe leche, y a partir de los seis meses es cuando podemos empezar a ofrecerles.
Empiezan a comer otras cosas, empiezan a sentarse en la mesa con nosotros y les ponemos un poco de agua para que beban. Chupan el vaso, la botella o el biberón y tras un trago se apartan diciendo que no, que ni locos se beben eso que no sabe a nada. Y pasa lo de siempre, que me han dicho que ya puede tomar agua, que le doy y no quiere, ¿se deshidratará?

¿Quién sabe cuánta agua necesita un bebé?


He tenido la tentación, por un momento, de escribir aquí un “No” y dar por finalizada la entrada, pero como no es plan y como siempre que damos una respuesta ofrecemos la explicación oportuna, hoy no va a ser menos.
Un bebé tiene claro, hasta los seis meses, cuánta leche debe comer/beber. Fijaos que a comer le he añadido el beber. Esto es porque la leche materna (o artificial) le sirve al bebé como alimento y como elemento hidratador, porque lleva agua en su composición, mucha, además.
Nadie se pregunta cuánta leche materna debe beber para estar hidratado, ni cuánto biberón tomar, porque la gente no piensa en el beber, sino en el comer. Y los niños sobreviven seis meses felices y contentos pidiendo cada vez que necesitan su comida/bebida.
De hecho, en verano, como tienen más sed, piden teta más a menudo, haciendo pequeños chupitos. Por suerte, las madres tienen claro que los bebés deben mamar a demanda y, aunque nadie les ha explicado eso, no tienen problema en darles pecho cada vez que piden, aunque sea de manera más frecuente al invierno.
El caso es que una vez cumplen seis meses los bebés siguen teniendo igual de claro cuándo y cuánto deben comer y cuándo y cuánto deben beber. No es que sean más inteligentes que nosotros, es queo tienen hambre, o tienen sed. Si tienen hambre piden de comer, si tienen sed, piden de beber.
Muchos niños de seis meses se meten unos biberones de agua de miedo y muchos no quieren ni probarla. Muchos niños de seis meses comen mucha fruta y verdura (que tienen agua que no veas) y muchos no la prueban. Muchos niños toman papillas de cereales bien liquiditas y otros se comen una papilla pastosa que eso debe dar una sed que no veas. Muchos se lo comen todo triturado, y eso parece que apacigua las ganas de beber agua y muchos comen ya trozos y parece que después de unos cuantos apetece un buen traguito de agua para que pase todo bien.
Vamos, que dependiendo de la alimentación de cada bebé y dependiendo de la sed que tenga cada uno, unos bebés beberán más agua y otros menos. Unos beberán mucha y otros tendrán suficiente con el agua que sigan recibiendo de la leche y de los alimentos.
Así que si le ofreces agua a tu hijo y no quiere, no te preocupes, no la necesita. Por si acaso, ofrécele de vez en cuando, no sea que un día quiera y por no ofrecerle se quede con las ganas, pero vamos, a menudo incluso cuando no hablan se hacen entender, así que no es mayor problema.