Un hombre australiano ha hipotecado su casa para poder pagarse la cirujÃa que le permitirá agrandar su miembro viril. No porque haya decidido comprarse setenta Jes Extender para hacer el mega supremo alargador de pene definitivo, no. Por lo visto la magia del Jes Extender no era suficiente para él puesto que el muchacho dispone de un pene de 7 centÃmetros en erección. Suponemos que en estado flácido su pene es una pipa sin cáscara.
El afectado por esta maldición vital ha decidido poner fin a sus traumas infantiles que le perseguÃan en sus pesadillas. De chaval no querÃa practicar ningún tipo de deporte por temor a que se rieran de él en las duchas. Qué tonterÃa, ¿desde cuando un hombre ha mirado el pene de otro en un vestuario masculino? Esas cosas no pasan. Total, que el hombre tenÃa miedo de ser señalado cuando alguien viera su cosita con la ayuda de una lupa.
Y ya por no hablar de las relaciones con las mujeres. Eso sÃ, a la hora de tener sexo lo tenÃa fácil para ponerse el condón: no necesitaba desenrollarlo. Debido a tantos traumas y malos tragos decidió que lo mejor era poner la pasta que hiciera falta para acabar con su problema, o problemilla. Sin ir más lejos ya lleva gastados unos 45000 dólares (unos 33500 euros, ¡a pesetas no os lo traduzco so viejos!) y tiene en mente una nueva intervención quirúrgica que le llevarÃa a gastarse 50000 dólares más. Cuando termine todo podrá decir orgulloso que su pene vale más que su casa. Y no será una fantasmada.
Fuente:elmundoestaloco.com
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