Una aberrante situación vivió Meriam Jahia Ibrahim, la mujer sudanesa condenada a la horca por ser cristiana y negarse a renunciar a esa condición. Recibió refugio en la embajada de EE.UU. EscalofrÃante relato.
Meriam Jahia Ibrahim, la mujer sudanesa condenada a la horca en su paÃs por ser cristiana y negarse a renunciar a esa condición, contó detalles del calvario de su detención, en el que tuvo que atravesar momentos tan extremos como tener que parir a uno de sus hijos encadenada.
En una entrevista telefónica que le concedió a la cadena CNN, al ser consultada sobre cómo se sentÃa en prisión, donde tenÃa el acceso imposibilitado a un hospital, Ibrahim dijo: “Sólo pensaba en mi niño y en cómo iba a parir. Estaba muy asustada de dar a luz en prisión. Di a luz encadenada. No tenÃa esposas en mis piernas, sino cadenas. No podÃa abrir las piernas, asà que las mujeres tuvieron que levantarme de la mesa. No estaba atada a la mesa”, relató la mujer.
Los médicos creen que las circunstancias del nacimiento podrÃan tener consecuencias en en el desarrollo del bebé y ella misma teme que pueda tener problemas. “No sé si en el futuro necesitará ayuda para caminar o no”.
Poco después de dar a luz, fue liberada, pero volvió a ser detenida, acusada de intentar salir del paÃs con documentos falsos. Luego volvió a ser liberada y, junto con su esposo y sus dos hijos, recibió refugio en la embajada de EE.UU. en Jartum, donde se encuentran actualmente.
Fuente: cronica
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