La princesa mostró su "Cola Real"

Kate, la esposa del príncipe William, fue víctima del viento durante su visita a Australia y dejó ver su parte íntima trasera, que si bien la imagen no fue reproducida por los medios británicos, recibió elogios de todo el mundo.

Un diario australiano del grupo Murdoch publicó este miércoles una fotografía de Catalina, la esposa del príncipe Guillermo, con el trasero al aire por una mala jugada del viento durante el viaje que realizaron los príncipes a ese país, calificando de “ridícula” la autocensura de la prensa británica.

Y es que, prácticamente, toda la prensa británica ha ignorado las fotografías en las que la duquesa de Cambridge aparece con la falda levantada publicadas en Alemania, Australia y masivamente en internet, en un acto que se califica de autocensura o de respeto por la casa real.  

Los únicos que se han hecho eco de las imágenes, captadas en abril por una ciudadana durante la gira del príncipe Guillermo y Catalina por Australia, son el Sun y el Daily Mail.  
Sin embargo, el primero añadió estratégicamente el logo de una corona y el segundo pixeló la zona que dejó ver el viento al levantar la falda real.  

En Internet la imagen ha tenido innumerables visitas al igual que el “álbum de fotos” de YouTube de una accidente parecido que le ocurrió a Catalina en el aeropuerto canadiense de Calgary en 2011.

Por su parte, el diario Times critica en su editorial del miércoles la publicación de la foto que califica de“sórdida y repulsiva”.  

En la misma línea, criticando “la falta de respeto hacia la mujer”, el periodista Carol Midgley le aconseja imitar a Isabel II, que pide que le cosan bolitas de plomo en los pliegues de sus faldas para evitar “las catástrofes provocadas por el viento”.  

Tras el Bild aleman, el Sydney Daily Telegraph australiano del grupo Murdoch publicó la imagen calificando de “ridícula” la autocensura de la prensa británica.  

El rotativo australiano afirma que la prensa británica se negó a publicar la imagen por respeto a la familia real, y estima, en un comentario, que se pliega a “un código de etiqueta arcaica”. 

La autora de la foto, Diane Morel, es una residente de la región que no se dio cuenta de inmediato de la imagen que logró captar. “Fue cuando llegué a casa y pasé las fotos a mi ordenador que me di cuenta”, declaró esta mujer de 47 años, que prometió donar el dinero conseguido por la venta de la imagen a una asociación de ayuda a las víctimas de incendios forestales, un mal que azota cada año a grandes áreas de esta región. 

Fuente: cronica.com.ar