Tal vez asocies a Kawasaki, Japón, con sushi, motos y grandes fiestas budistas. Sin embargo, de ahora en adelante la asociarás más con penes. Muchos, muchos penes. Cada primavera, en esta ciudad de la prefectura de Kanagawa se lleva a cabo el esperadísimo Kanamara Matsuri, mejor conocido como “Festival del Falo de Acero”. Hell, yeah.

Celebrado el 6 de abril, el festival es una fiesta tan religiosa como loca en la que lo único en lo que turistas y locales se concentran es en rendir culto al pene.
Los lugareños organizan desfiles tan largos como el propio objeto de veneración (que, aunque sea asiático, está más alimentado por la imaginación que por la genética), en los que los mikoshis(altares sintoístas portátiles), con sus deidades-pene, son el centro de la más ferviente entrega.
Aunque los expertos no se deciden, muchos atribuyen el origen del festival al siglo XVII, cuando las prostitutas rezaban por su salud sexual en el templo de Kanamara, en Kawasaki. Otros, sin embargo, piensan que el ritual es mucho más viejo.
Sea como sea, la festividad se ha ido transformando con el paso del tiempo, dando un giro contrastante con el conservadurismo de occidente, donde el sexo sigue siendo tabú. Por el contrario, estos chicos dedican el festival y los desfiles no solo a la fe, sino a la promoción de sexo seguro y al combate al VIH.
En fin, dejando de lado el breviario cultural, pasemos a lo importante: las fotos de un montón de japoneses rindiéndole culto a penes propios y ajenos. Dense.
Hombres y mujeres vestidos con trajes rituales femeninos cargan un mokoshi (altar sintoísta portátil) por la calle.
Mujeres posan para la foto mientras chupan sus paletas heladas con forma de pene.
Hombre compra velas fálicas en santuario Wakamiya Hachimangu.
La gente canta y baila mientras cargan un pene negro. Literal.
Esculturas fálicas de diferentes materiales son coladas en las calles y fuera de los templos para que la gente las monte. Literal.
A las afueras del templo Wakamiya Hachimangu, una chica (con manos muy raras) usa una máscara a la Groucho Marx con nariz de pene. Sus amigos se lo pasan chido viéndola y chupando sus paletas de pene
El desfile pasa frente al venerado templo de Wakamiya Hachimangu.
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