Un adicto a las drogas en recuperación que violó a una mujer, con la que antes había mantenido relaciones consentidas, y luego le confesó que tenía HIV. "Ahora estamos unidos para toda la vida", la desafió antes de quedarse dormido y facilitar la huida de la víctima.
Un tribunal argentino, en voto dividido, ratificó el procesamiento por "abuso sexual agravado por haber sido cometido con acceso carnal, que a su vez se agrava doblemente por la utilización de armas y con conocimiento de ser portador de una enfermedad de transmisión sexual grave con peligro de contagio".
Según el relato de la víctima, "entre el mediodía del 21 noviembre de 2012 y la mañana del día siguiente la mujer permaneció junto al imputado en las inmediaciones del Hospital Elizalde así como que en horas de la noche mantuvieron relaciones sexuales".
"Al decirle al anochecer, luego de haber almorzado y conversado por varias horas, que debía regresar a su domicilio con su actual pareja éste se tornó agresivo y el imputado la amenazó con unos cuchillos que tenía en la cintura para que no se retirase, y luego llevarla a la explanada de entrada al edificio de Salud Mental de Casa Cuna, en donde la accedió carnalmente", añade el relato.
Del expediente se desprende que ambos, víctima y victimario, habían mantenido "una relación previa" de común acuerdo, pero en el segundo contacto sexual ella "no habría sido libre en la decisión de continuar manteniendo relaciones sexuales, siendo que su voluntad habría sido viciada, por la coacción del encausado".
"Al amanecer el encausado le confesó que padecía de HIV, lo que los uniría para toda la vida", completa la descripción de los hechos.
El juez Luis María Bunge Campos consideró que previo a resolver la situación del acusado era necesaria "la evaluación del cuadro psíquico de la denunciante". Pero sus colegas Gustavo Bruzzone y Carlos González valoraron las pruebas de cargo "entre ellas las lesiones que constató el Hospital Durand, "la dependencia a sustancias psicoactivas de larga data, actualmente cursando síntomas de abstinencia (irritabilidad, ansiedad e insomnio)" del acusado y que fue la propia víctima quien lo entregó a las autoridades tras buscarlo durante un año- y ratificaron el procesamiento.