Autor: Editor ER

No los tires! Primero asegúrate de que no sirven. Si ya perdiste la cuenta de cuántos días llevan los huevos en tu refrigerador (y no quieres desperdiciarlos pero no sabes si aún es seguro comerlos) no te preocupes: existen varias formas de saberlo. Aquí te decimos cómo saber si un huevo está “bueno” sin necesidad de que te enfermes en el intento.

El método del vaso de agua. La forma más sencilla de saber si un huevo ya no está en condiciones de ser consumido es echarlo sobre un vaso con agua fría. Si se hunde rápidamente y permanece en el fondo quiere decir que está fresco. Si tarda en hundirse, pero permanece en el fondo, todavía puede utilizarse, aunque ya no le queda mucho tiempo. Si el huevo flota, no hay más remedio que tirarlo a la basura: quiere decir que está podrido, pues la materia orgánica podrida produce gases y éstos provocan que el huevo flote.

- El método de la yema. Otra forma de saber si un huevo está fresco es romper con cuidado su cáscara y verter el contenido sobre un plato. Si la yema está bien definida, de color anaranjado fuerte y dura, puede consumirse. Si la yema tiene color pálido, es mejor hacerla a un lado.

- El método del sonido. Por último, intenta agitar el huevo con una mano muy cerca de tu oído. Si no escuchas movimiento quiere decir que está bueno, pues la yema está bien fijada al centro de la clara. Si por el contrario, se escucha como si una yema rebotara de una pared a otra, significa que no es fresco.

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