Zulema Constante, de 22 años, señaló haber sido víctima del maltratos en el lugar. “Condeno que existan estas clínicas, donde te ingresan a la fuerza, son un abuso contra los Derechos Humanos”, manifestó


Una historia digna de Hollywood fue la que vivió una joven ecuatoriana oriunda de Guayaquil, quien denunció haber sido internada a la fuerza en una clínica. ¿El motivo? “Curarla” de su homosexualidad, ya que Zulema Constante, de 22 años, es lesbiana. Cuando ya llevaba tres semanas desaparecida, sus compañeros de la carrera de psicología de la Universidad Católica Santiago de Guayaquil, junto a amigos de colegio y su novia emprendieron una campaña por Twitter, para dar con su paradero. La pesadilla terminó a mediados de la semana pasada, cuando Zulema recuperó su libertad. Tras ello, en una rueda de prensa en la Defensoría de Pueblo declaró de manera tajante: “yo soy lesbiana, no estoy enferma”. Contó que el pasado 17 de mayo, luego de aceptar una invitación de sus padres para almorzar, subió al vehículo de su papá que a 300 metros del lugar fue interceptado por otro automóvil, del que se bajaron cinco personas desconocidas, la tomaron a la fuerza, la esposaron y trasladaron a Tena (Napo), donde ingresó a la “Unidad Terapéutica Femenina Esperanza”, que trabaja con el programa de Narcóticos Anónimos. “Apenas llegué a las nueve de la noche me hicieron subir a una capilla, donde tenía que rezar, me daban comida en mal estado, limpiaba excusados con las manos y me decían que estaba mal ser lesbiana“, relató la joven. Asimismo, demandó y exigió que cierren las clínicas de deshomosexualización. “Condeno que existan estas clínicas, en las que te ingresan a la fuerza y quieren ‘curarte’. Un abuso contra los Derechos Humanos“, manifestó Zulema.
FUENTE:eldinamo