Niels H, de 38 años de edad y natural de la ciudad de Oldenburg, inyectaba en sus pacientes sobredosis de medicamentos para bajar la presión sanguínea, informa 'Die Welt'. Según confiesa lo hacía por "aburrimiento" para practicar técnicas de reanimación en ellos luego. En total, confiesa haber 'tratado' de este modo a 90 personas. 30 de ellas murieron.
Fuente:actualidad.rt.com