La descompostura de un can fue la razón por la que el piloto de una aerolínea de Estados Unidos debió hacer una escala no programada en su vuelo por el nauseabundo olor que había en la aeronave. Avergonzado, el dueño del animal se ofreció a comprarle café a todos los pasajeros.
El desafortunado can -llamado Truffles- hizo sus necesidades varias veces en el pasillo y la tripulación se quedó sin papel cuando trataba de limpiar.
Los pasajeros del vuelo de US Airways se quejaron de que el olor los estaba haciendo sentirse mal, lo cual obligó al piloto a hacer una escala no programada.
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