Alrededor del año 1700 empezaron a llevar la capa roja los toreros españoles, usualmente conocida como muleta, anteriormente a esto se empleaba un lienzo blanco, pero desde que se instaló el rojo se ha añadido a todo el folclore.

Pero realmente este color no incide en el comportamiento de los toros, tras haber hecho distintas pruebas con muletas de diferentes colores, rojas, azules o amarillas, registran el mismo número de ataques, lo que es necesario para enfurecer al toro es mover la muleta.

El toro, definitivamente, no distingue un color que le haga ponerse más violento, sino que es el movimiento el que hace que el toro se acelere más.

También se cree que el toro es agresivo por el rojo porque es el único color que pueden ver, pero no es así, los toros ven en blanco y negro, con toda la escala de grises.

Pero lógicamente estamos hablando de toros bravos, que son puramente agresivos, un toro normal de los que encontramos en fincas no se altera por ver el movimiento de una muleta sea del color que sea.