Hablar es importante, tener un buen lĂ©xico y expresarnos adecuadamente nos hace hombres serios. No obstante, cuando se trata de seducir a una mujer, algunas veces la comunicaciĂłn no verbal logra cosas que, si intentas adaptarlas en palabras, podrĂa no resultar tan bien. El mejor ejemplo es la mirada: establecer una conexiĂłn exitosa con sus ojos te harĂĄ obtener su nĂșmero telefĂłnico casi instantĂĄneamente.
Es por eso que debes prestar atenciĂłn a estos mandamientos, porque hasta Don Juan se quedaba a veces sin palabras:
Primero: Que tu vestimenta diga lo mejor de ti
Ella no te conoce, pero te ve. Y mientras tĂș, como persona, eres para ella una incĂłgnita, los primeros cĂłdigos para descifrarte los impone tu presentaciĂłn, tu vestimenta. Y es la realidad, nuestra ropa dice mucho de nosotros durante una primera impresiĂłn. Por eso hay que vestirse siempre como un tipo serio.
Segundo: Haz de la fluidez tu mejor aliada
Y si no hablamos de fluidez verbal, entonces nos referimos a fluidez corporal, a evitar la rigidez inexpresiva. Ante esos ojos desconocidos pero intrigantes tĂș debes lucir seguir de ti mismo con cada movimiento, pero con naturalidad, de manera casual, amena: debes demostrar que te sientes cĂłmodo contigo mismo y dentro del entorno.
Tercero: Con coraje, sostén la mirada
Lo explicamos en la introducciĂłn, el contacto visual es clave entre dos desconocidos para probar su atracciĂłn. Una mirada huidiza harĂĄ que ella tenga una determinaciĂłn clara: no seguir hablando contigo. Aleja el miedo y las inseguridades, porque si no estĂĄs se delatarĂĄn en tus ojos.
Cuarto: Con determinación, mantén la sonrisa
SĂ, a Clint Eastwood le funciona tener el ceño fruncido siempre. Pero te tenemos una noticia: no eres Clint Eastwood, ni tu vida es un western.
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