La Policía española ha detenido a un pederasta gracias a la colaboración de un ladrón que entró a robar en su casa. Tras descubrir en su botín unos vídeos de pornografía infantil, no dudó en llamar a la Policía.
Para no caer en manos de los agentes del orden por allanamiento y robo de propiedad privada, el ladrón colocó los videos debajo de un coche y llamó a la comisaría desde un teléfono público. “He tenido la desgracia de que han caído las cintas en mis manos y me veo en la obligación de presentarlas, dejando que ustedes hagan su trabajo y puedan meter a ese [...] en la cárcel de por vida”, declaró el acusador. 
De esta manera, los agentes lograron detener al agresor sexual con las pruebas aportadas por el supuesto delincuente, que además facilitó la dirección donde había llevado a cabo el robo. En tres cintas de vídeo los agentes encontraron imágenes de agresiones sexuales a niños de unos 10 años.