Una vendedora encargada de una pequeña tienda de auto servicio regateó con su asaltante el monto de lo que le quería robar. De ser robados 50 euros la audaz dependienta de un establecimiento 24 horas en España sólo perdió 15. 

A pesar de que el asaltante la amenazó con un objeto punzocortante, la vendedora logró su objetivo. “Vamos a ver. Soy madre de familia. Aquí estoy trabajando. No me jodas la vida, tío, y vete a atracar a otro lado”, fueron algunas de las frases utilizadas por la señora. El resignado asaltante tuvo que aceptar la rebaja que le hicieron por su “chamba” y dar gracias de no ser denunciado.