La Policía presume que Dainerys Valbuena, madre de la niña, discutía con su marido cuando los roció de gasolina y les lanzó un fósforo. Las llamas consumieron a la pareja y a su hija. Ambos permanecen delicados en diferentes hospitales. El pronóstico de los médicos es reservado



Wilmary Victoria Atencio Valbuena, de un año, murió 24 horas después de ingresar a la Unidad de Quemados del Hospital Coromoto. La internaron tras sufrir quemaduras de tercer grado en el 90 por ciento del cuerpo. El fuego la alcanzó cuando su madre intentaba quemar vivo a su padre durante una discusión.

Dainerys del Carmen Valbuena Pelé (22) y Wílliam Alberto Atencio González, progenitores de la pequeña, también fueron arropados por las llamas. A la madre la trasladaron al Hospital Universitario de Maracaibo, mientras que su padre aún se encuentra en el mismo centro asistencial donde pereció el bebé el pasado lunes en la noche.

La Policía informó que todo ocurrió en el sector Tres Bocas de Barrio Blanco, parroquia Ildefonso Vázquez, al oeste de Maracaibo. Al parecer, durante el problema marital, Valbuena roció con gasolina a su esposo, encendió un fósforo y se lo lanzó.

Las llamas consumieron rápidamente a Atencio. Los vecinos escucharon los gritos de dolor. El fuego se expandió velozmente y alcanzó los cuerpos de Valbuena y de su hijita. La comunidad, al escuchar las quejas y ver el humo que salía por las ventanas, salió de sus residencias para ayudarlos, forzaron la reja principal y como pudieron sofocaron la candela.

Luego de lograr apagar el fuego, llamaron a los bomberos de Maracaibo. Las tres personas que integraban esa pequeña familia fueron trasladadas a las emergencias de dos hospitales.

El cuerpo de Wilmary Atencio, después de que le practicaron la necropsia de ley en la morgue forense y entregaran su pequeño cadáver a sus parientes, lo trasladaron en un féretro blanco a la sala de su hogar, justo donde terminó su vida.

Los familiares en el velorio de la niña se mostraron destrozados por la pérdida, pero a la vez agresivos ante cada pregunta de los periodistas. Tenían órdenes de Valbuena, madre de la fallecida, de no emitir nada a nadie, ninguna información para protegerse de su “delito cometido al causar la muerte de su propia hija”. Intentaban agredir a los extraños que pasaran por la barriada a preguntar sobre el caso. La orden de Valbuena fue clara: "Si les cuentan algo me las pagarán"
VIA:Laverdad