El orgasmo femenino no dura más de 12 segundos, un instante que para muchas es desconocido porque nuestras parejas ignoran los elementos que satisfacen a una mujer o las variaciones anatómicas que influyen en este placer.
La realidad es que el orgasmo masculino generalmente se logra con facilidad durante la relación sexual y el orgasmo femenino no. De acuerdo con el experto Alfred C. Kinsey, famoso por entrevistar a miles de personas sobre su vida sexual, 75% de los hombres eyaculan en los dos primeros minutos de la penetración en más de la mitad de sus encuentros sexuales. ¿Por lo que pone en énfasis si las mujeres pueden llegar al clímax en esos 2 minutos?
Más allá de la comunicación y juegos sexuales, existen otros factores que interactúan para que una mujer logre la satisfacción sexual y Salud180.com te dice algunos de ellos.
1. Distancias anatómicas. De acuerdo a una investigación publicada en la Journal of Homones and Behavior, las mujeres que han experimentado un orgasmo con más regularidad tienen una distancia más corta entre el clítoris y su vagina —menos de 2.5 centímetros— que las mujeres que no han experimentado o que lo alcanzan con menos regularidad durante la relación sexual.
¿Por qué es importante la distancia? Una distancia más corta da una mayor estimulación de las estructuras externas del clítoris durante el coito y también puede reflejar que las estructuras internas son más densas y presionan más cerca de la vagina, y por lo tanto son más receptivas a las sensaciones durante la relación sexual.
2. El tamaño sí importa. Un estudio expuesto en la Journal of Sexual Medicine indica que las mujeres que tienen orgasmos vaginales, alcanzan el clímax más fácilmente con hombres con penes más grandes. Esto podría ser debido, al menos en parte, a una mayor capacidad de un pene más largo para estimular toda la longitud de la vagina además del cuello uterino.
3. Otras zonas del cuerpo. Los senos y los pezones se encuentran llenos de terminaciones nerviosas, lo que los convierten en una de las zonas más sensibles al tacto y, por tanto, un punto de gran excitación para las mujeres. Se pueden estimular con los dedos y con la boca, a través de caricias suaves, lamiéndolos o con mordiscos suaves. Cabe recordar que no todos los senos son iguales, por lo que no todos responden de la misma manera a los diferentes estímulos.
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